Una vuelta de tuerca al Cloud Storage
A pesar de que esta ya es una noticia un tanto antigua, me trae a la cabeza una serie de cuestiones a las que creo que resulta importante dar una respuesta, sobre todo porque son las clásicas preguntas tipo que nos hace cualquier cliente cuando le hablamos de la nube y en particular del almacenamiento en la nube:
- ¿Dónde están mis datos?
- ¿Qué ocurre si me quiero llevar mis datos de la nube?
- ¿Cómo puedo cambiar de proveedor de Cloud Storage?
Si bien es cierto que la respuesta a la primera pregunta la tenemos todos más o menos clara, en varios datacenters distribuidos por España/Europa/El mundo, esta misma respuesta deriva en una pregunta cuya repuesta no es tan simple: ¿Y que ocurre con el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD)?
Para aquellos que no os encontréis en España, sustituir LOPD por la ley de protección de datos que aplique en vuestro país. Dependiendo de la ley que aplique, el problema es el mismo.
Por supuesto, este no es un blog dedicado a temas jurídicos ni yo estoy especializado en leyes, pero si que me he tenido que enfrentar a estas preguntas en más de una ocasión y no quería dejar escapar la ocasión para preguntaros por vuestra experiencia al respecto. En mi caso particular, y después de hablar con varios proveedores de cloud, ninguno ha sabido darme una respuesta clara al respecto.
De las otras dos cuestiones que os mencionaba anteriormente, ¿qué ocurre si me quiero llevar mis datos de la nube? y ¿Cómo puedo cambiar de proveedor de Cloud Storage?, la única respuesta que he encontrado es la de que estoy “obligado” a bajarme el contenido que he subido a la nube si me encuentro ante cualquiera de los dos casos.
Teniendo en cuenta que la mayoría, o al menos los que yo he consultado, cobran por transferencia de datos, esto implica que tendremos que pagar una cantidad importante para poder mover nuestros datos fuera de la cloud o entre diferentes clouds o proveedores.
De todo esto, y a nivel ya puramente técnico, se deriva de nuevo otra cuestión, y es la de la interoperatividad entre nubes. A día de hoy no existe un estándar que defina el modelo de interoperatividad entre los diferentes proveedores de cloud, o al menos no existe un estándar implementado para este problema.
En este sentido creo que resulta interesante seguir los pasos de la iniciativa creada por la Storage Networking Industry Association (SNIA) para la definición de un estándar para la gestión del almacenamiento en la nube, el Cloud Data Management Interface (CDMI).
Gracias a este interfaz de gestión las aplicaciones será capaces de consumir almacenamiento en la nube de una forma más agnóstica, mientras que se proporcionaran mecanismos para la monitorización y facturación de los servicios ofrecidos, sin olvidar evidentemente aspectos tan importantes como la seguridad o el control de acceso.
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